Agricultura de precisión, en qué consiste y cómo ayudará al planeta
El tiempo pasa y las mejoras tecnológicas se van incorporando a nuestro día a día para facilitarnos la vida. Algo que también afecta, y de forma directa, tanto a la agricultura como a la ganadería. En un reportaje de El País cuentan el caso de Manuel Ferrer, un ingeniero agrícola que conoce a la perfección sus fincas pero que ha sabido rentabilizarlas aún más al apoyarse en la tecnología.
Explica que instaló un «riego por goteo» con el que gastar «menos en agua y poder regular la cantidad de agua que utilizamos cuando y como queramos». Pero justamente fue al instalar un «sensor de medición de caudal que llegaba a cada parcela de la explotación» cuando se dieron cuenta de que pasaban dos cosas. Una, el goteo estaba obstruido en una zona y el agua no llegaba como debía. Y otro, que los subalternos regaban atendiendo más a sus impresiones que a lo que se les pedía. Los sensores corrigieron estos fallos llegando a salvar parte de la cosecha, y la economía de ese año.
Elementos como los sensores o los propios drones se han convertido en una de las piezas indispensables en el mundo de la agricultura, igual que la robótica o el autoguiado de vehículos. Cabe destacar que el mundo ha perdido la mitad de la tierra cultivable mientras que la población sigue creciendo. Así es como la agricultura de precisión se convierte en imprescindible, ya que la tecnología aumenta la productividad y hace que se consuman menos recursos.
Menos agua, menos herbicida, menos gasolina para obtener más alimentos. El propio Manuel Ferrer reconoce que la tecnología en la agricultura «va por detrás y avanza lentamente». Pero el hecho de producir «más con menos», la convierte en obligada para tener hoy la que será agricultura del futuro.
Hay una idea bastante extendida en nuestra sociedad y no es otra que la agricultura o ganadería ecológica tiene que ser la que practicaban nuestros abuelos, casi con los mismos medios de su época, pero las prácticas respetuosas con el medio no tienen que estar reñidas con los avances tecnológicos.
La agricultura de precisión demuestra que aplicando distintas tecnologías podemos hacer un uso más eficiente del agua, aplicar tratamientos fitosanitarios en el momento preciso y de forma localizada o controlar a distancia un cultivo entre otras cosas. Unos avances que no están al alcance de todos los bolsillos por el momento, pero en el futuro apuntan a convertirse en una herramienta esencial para aumentar la competitividad de las explotaciones agrarias.